sábado, 29 de septiembre de 2012

Semana 39

Cambio climático

Lo que más fastidia a los Ladriprogresistas del Gobierno hoy es cómo detener la bomba discursiva que ellos mismos se activaron. Ya más de uno dentro del lamentable elenco ejecutivo se repite por lo bajo que si el hijo del ex montonero devenido con el tiempo en espía de los servicios secretos del PRI y amigo y asesor del hombre más rico del mundo "no hubiera dicho lo de la clase media no pasaba esto”. Todos ahora le echan en cara su pelea por los cinco minutos de fama post cacerolazo.


Intentaron reflotar la pelea con la corporación mediática del mal, desde ahora llamada"cadena ilegal nacional del desánimo", pero demostró ser además de fusilería barata para provocar humo, una polémica tan de cabotaje que se encontró con cacerolas frente al lujoso Hotel Mandarin y un auditorio algo inquisidor en Georgetown y en Harvard.

Los más ingeniosos de la escuadra de aplaudidores comandados por La (agencia de colocaciones) Cámpora destacaron que una vez planteado el cruce, La Jefa no lo esquivó, explicaban fuentes del Gobierno. Es más, "dos más, por favor", desafió, pidiendo más preguntas cuando el decano de la Escuela Kennedy, David Ellwood, propuso cerrar el debate y ofreció una salida para el duelo.

Pero el hecho mismo de llegar a esa situación fue el más grave error en sí. Se trataba simplemente de dos conferencias en dos universidades de primer nivel. Nadie está allí para juzgar, en el momento, la historia que cuenta el conferenciante, que despertaría objeciones si se tratara de un orador académico. La conferencia de un presidente se evalúan otros rasgos. Los gobernantes no son especialistas, sino políticos. Además, Estados Unidos es, en sus instituciones universitarias, un país respetuoso de las jerarquías. Si se recibe a un presidente, se lo aplaude.

La Jefa además tenía muchas armas para ganar a su auditorio. Por ejemplo su posición contra los monopolios comunicacionales sintoniza perfectamente en un país donde los diarios no pueden ser dueños de radios o emisoras de televisión. Sin embargo, la desperdició, precisamente porque no percibió que allí estaba la fuerza de su argumento y no en la abstrusa disquisición sobre los plazos de la ley de medios o la acusación de espionaje a periodistas. Estas cosas les suceden a los que no están habituados a escuchar.


Que haya dejado pasar ese momento que estaba a su favor indica, que La Jefa sólo se siente a gusto en situaciones donde nada pueda salirse de control. Las preguntas de los estudiantes la alteraron. No entendió lo que estaba sucediendo.Las únicas respuestas las dio de buena gana, fueron las bromas que le hizo uno delos noteros de CQC; evitó incluso a la televisión pública.


“Me la paso hablando con los periodistas” , dijo en Georgetown, y horas después se conoció un comunicado de los periodistas de Casa de Gobierno desmintiéndola: no pueden siquiera tener información concreta de la agenda oficial y cada día se les limita más el movimiento físico por la Rosada. Los voceros, en cambio, estaban felices: mientras sea Cristina la que habla no les toca a ellos interpretarla y cargar luego con las críticas por haberlo hecho mal.


Cuando le preguntaron sobre, cómo es que aumentó tanto su patrimonio siendo Presidenta, dijo que fue "una abogada exitosa y una presidenta exitosa”. Hay un problema en la primera parte de esa respuesta y una falacia en la otra. Le preguntaron sobre su enriquecimiento en el Gobierno. Pero además, ¿dónde constan los casos exitosos que manejó como abogada? ¿Qué tiene que ver con que sea una presidente exitosa con el aumento de su patrimonio? Desde que arrancaron el gobierno en 2003 y hasta la muerte de Kirchner, el matrimonio multiplicó ocho veces su fortuna, según sus declaraciones juradas.


Las esperanzas están puestas en que a través del entusiasmo de Unidos y Organizados, se logre cambiar el clima social, que la gente se olvide de la inflación, la inseguridad, la falta de trabajo, los gestos algo soberbios de La Jefa, que protesta del 8 de noviembre sea un virtual fracaso y que el 7D la cadena ilegal nacional del desánimo ize la bandera blanca y se vuelva a aliar. De producirse el milagro de otra recuperación como la de 2010, el fatalismo actual podría revertirse. Para imponer, otra vez, el mito de la revolución que se profundiza, y que necesita eternizarse para que, algún día, se vean los resultados de la gesta histórica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario