miércoles, 3 de octubre de 2012

La historia del rock nacional (16° Parte)

EL ROCK NACIONAL INGRESA EN SU TERCERA DÉCADA



LA MASIFICACIÓN DEL ROCK

Contra lo que se cree, el rock nacional se convirtió en un fenómeno de masas en la década del 70. La proliferación de bandas con un sonido más original y su creciente popularidad, sumado al hecho de que a comienzos de la década se dio el auge del movimiento hippie en la Argentina, llevaron a varios festivales masivos como el Acusticazo de 1972 y el BA Rock III de ese mismo año, que fue llevado al cine en el film "Rock hasta que se ponga el sol" (1973), que tuvo gran repercusión aunque fuera calificada como película sólo apta para mayores de 18 años.


Otro mito que hay que derrumbar es el que dice que recién en los 80 el rock nacional trascendió las fronteras. Mientras los años ‘70 avanzaban, el rock acústico continuó como uno de los estilos más populares en el país, con las bandas arriba mencionadas -y otras- dominando las listas y los gustos musicales. Y por primera vez en su historia, el rock argentino comenzó a aparecer en el exterior: Sui Generis y Pastoral ganaron cierta popularidad en otros países de Latinoamérica y el segundo grupo hasta llegó a editar un EP en Japón.


LA REVOLUCIÓN DESDE EL UNDER COMIENZA: 
LA PREHISTORIA DE LOS REDONDOS

Durante la Dictadura (1976-1983), el rock argentino, al igual que la sociedad en su totalidad, sufriría el período de mayor censura de su historia. La música rock y sus fans eran vistos como subversiva por los militares, por lo muchos re refugiaron en la escena underground. En 1977 una banda de La Plata llamada Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota comenzaría a tocar. Con su particular rock y los extraños atuendos con los que se presentaban a tocar, los “Redondos” adelantaban una nueva etapa en la historia del rock nacional.



La banda se origino en La Plata en 1976. Descendiente directa de La Cofradía de la Flor Solar, en un principio no tenía ni nombre ni integrantes fijos, sino que alrededor de quince músicos se alternaban en los instrumentos. Los tres pilares fundamentales para la gestación de la misma serían el Indio Solari (voz), Skay Beilinson (guitarra) y Carmen Castro La Negra Poly (mánager y alma mater), además de contar con la presencia de Ricardo Cohen, "Rocambole" como director artístico de la agrupación. En las primeras presentaciones la banda incursionó por otros géneros además de lo estrictamente musical, tales como la puesta en escena de números de teatro y ballet.



En los últimos días del rock sinfónico, un gran número de bandas influenciadas por los últimos géneros musicales mundiales post-punk y new wave comenzaron a aparecer. Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, banda que comenzó a tocar por 1976, fue ganando escala nacional a partir de su política de independencia frente a las empresas discográficas y sus particulares letras.


La banda liderada por Carlos Alberto "Indio" Solari y Skay Beilinson grabó su primer demo profesional en 1982: "Nene, nena", "Mariposa Pontiac", "Superlógico" y "Pura suerte" fueron las canciones registradas en RCA, que logran una importante difusión en las emisoras FM porteñas. Para ese entonces también se habían unido a la banda el grupo de coristas Bay Biscuits ("Vivi Tellas", Fabiana Cantilo e Isabel de Sebastián). También participaba el periodista Enrique Symns, recitando y monologando en la introducción del espectáculo.



EL INICIO DE LA DÉCADA DEL 80

La tercera década del rock nacional mostraba a un Serú Girán con un sonido menos pretencioso, pero que seguía en lo más alto de las listas. Vox Dei entró en su tercera década de éxito y la popularidad de León Gieco como solista seguía creciendo. En 1981 León dio un concierto en Buenos Aires acompañado solamente por su guitarra, su armónica, y su charango. Luego grabó "Pensar en nada". Ese mismo año comenzó una serie de conciertos independientes a lo largo de 110.000 km, por 3 años, tocando para un total de 420.000 personas.


Una de las últimas bandas importantes del período del rock progresivo fue Tantor, un grupo mucho menos sinfónico y más experimental y progresivo, con influencias del jazz. Su primer álbum sería un éxito en la escena progre y la banda continuaría hasta mediados de la década, siendo una de las últimas bandas de esta etapa.


A comienzos de 1982, Gustavo Santaolalla lanzó un álbum renovador titulado precisamente "Santaolalla", acompañado por una banda integrada por Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería), Alejandro Lerner (teclados), Rubén Rada (congas), Oscar Kreimer (saxo), Osqui Amante (percusión) y Mónica Campins (coros). El álbum ha sido considerado «el primer disco de rock moderno de la Argentina».




LA GUERRA DE MALVINAS Y EL ROCK NACIONAL

La guerra se convertiría en uno de los capítulos más oscuros de la historia argentina reciente, en mayo de 1982 el Festival de la Solidaridad Latinoamericana juntó a todas las grandes bandas del rock argentino. El recital tuvo el objetivo de apoyar a las tropas que luchaban en las islas, aunque era también una forma encubierta de protesta contra la guerra y un llamado a la paz. Paralelamente, el rock en inglés era censurado en la radios y los programadores debían llenar con algo el espacio que dejaba el rock en inglés, y ese algo era el rock nacional.




Muchos creen que el tema "Sólo le pido a dios" fue inspirado por la Guerra de Malvinas, lo que es falso. Gieco compuso esa canción en el 78, cuando casi la Dictadura de Videla condujo al país a una guerra contra Chile 8que sufría la dictadura de Pinochet). Pero sí hubo canciones inspiradas en el conflicto del Atlántico Sur. Una de las más escuchadas fue "Reina Madre" de Raúl Porchetto.


Otras canciones sobre la Guerra de Malvinas fueron "La isla de la buena memoria" de Alejandro Lerner, " La hermanita perdida", del cantautor argentino Atahualpa Yupanki, y "No bombardeen Buenos Aires" de Charly García, entre otros.

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