miércoles, 21 de noviembre de 2012

Apuntes de la historia

El "Domingo Sangriento" de 1920

El Estadio Croke Park, escenario del "Domingo Sangriento" de 1920

El Domingo Sangriento tuvo sus orígenes en la Guerra Irlandesa de la Independencia (1919-1921) a la que siguió la declaración de independencia de la República Irlandesa y su parlamento, el Dáil Éireann. Las fuerzas armadas de la república, el antiguo Ejército Republicano Irlandés (IRA, Irish Republican Army), inició una guerra de guerrillas contra la policía británica (Royal Irish Constabulary, RIC), sus organizaciones auxiliares y el Ejército Británico, quienes tenían la determinación de acabar con el separatismo irlandés. El Gobierno Británico respondió formando a sus propias fuerzas paramilitares, los Black and Tans (sobrenombre surgido por la mezcolanza de uniformes), y la División Auxiliar (Auxiliary Division, también conocidos como los Auxiliaries o Auxies). El comportamiento de ambos grupos fue muy polémico por su brutalidad y violencia, no sólo contra los sospechosos de pertenecer al IRA o los prisioneros, sino contra todos los irlandeses en general. La División Auxiliar fue la responsable de la masacre del Domingo Sangriento.

Los antecedentes

Con el comienzo del siglo XX, 700 años después de iniciada la ocupación británica, se produjo un renacimiento cultural gaélico en Irlanda. La Liga Gaélica abogaba por el uso de la lengua irlandesa (suprimida por los británicos); la Asociación Atlética Gaélica fomentó los deportes nativos como el horling (juego parecido al hockey), y expulsaba a cualquier miembro que fuera sorprendido jugando al fútbol. Además, en torno del teatro Abbey, en Dublin, se produjo un renacimiento literario. Este local, inaugurado en 1904, alcanzó fama mundial por sus obras (las más notables de John Millington Synge y W. S. Yeats), que eran genuinamente irlandesas aunque de significado mundial.

Menos conspicuo entre este movimiento fue el nacimiento den 1095 de una asociación política que finalmente desembocaría en el Estado Irlandés Libre. Bautizada Sinn Fein (en gaélico, "nosotros somos"), la asociación se estableció para unir sociedades dispersas que discutían sobre el nacionalismo. Fue idea de Arthur Griffith, director del periódico independentista The United Irishman. El objetivo principal del grupo consistía en restaurar la monarquía irlandesa vacante desde el siglo XVIII. Aconsejaba una resistencia pacífica a la regencia británica por una razón práctica: "Los cerca de cuatro millones de personas desarmadas de irlanda no podrán ganar la partida al Imperio Británico", apuntó Griffith. "Si no pensamos así nuestra próxima residencia puede ser una celda".

Sinn Fein pasó cerca de doce años sumida en una relativa oscuridad. Cuando de repente emergió, tras la revolución de 1916, como punta de lanza en pro de una república irlandesa moderna, sin monarquía, las armas formaban parte de su estrategia.


La sublevación de Pascua

Patrick Pearse, lider nacionalista de la
Rebelión de la Pascua de 1916
En la tranquila Pascua de 1916, mientras la mayoría de los dublineses disfrutaban de las carreras, un grupo de nacionalistas irlandeses tomó por asalto la desierta oficina general de correos y proclamó la independencia irlandesa de Gran Bretaña. Unos cuantos transeúntes vieron con sorpresa al poeta y líder rebelde Patrick Pearse de pie en las escaleras leyendo una declaración: "Irlandeses e irlandesas: a través de nosotros Irlanda pide a sus hijos que defiendan su bandera y que luchen por su libertad en nombre de Dios y de las generaciones pasadas que han transmitido su antigua tradición y su carácter de nación".

La sublevación de Pascua duró apenas una semana. Ese mismo jueves el ejército británico había tomado posiciones de Dublin y disparado contra la oficina de correos; el sábado, Pearse se rendiría. Hubo más de 450 muertos y 2.614 heridos. Al principio esta sublevación contó con escaso apoyo popular 

Pero una vez sofocada la revuelta el general sir John Maxwell, el comandante del ejército británico, actuó erróneamente y ordenó la ejecución de quince insurrectos y encadenó a miembros del Sinn Fein, la organización nacionalista acusada de estar detrás del alzamiento (en realidad, los representantes eran miembros de la Fraternidad Republicana Irlandesa y de Voluntarios Irlandeses). La indiscriminada represión inglesa insufló el nacionalismo irlandés. Los ciudadanos irlandeses se unieron masivamente al Sinn Fein y lo convirtieron en la organización política más poderosa de Irlanda. George Bernard Shaw, que apoyaba la independencia, escribió: "es imposible matar a un hombre (Pearse) en sus circunstancias sin convertirlo en un héroe o en un mártir, aunque el día anterior a la rebelión no fuera más que un poeta menor. Los irlandeses ejecutados han ocupado su lugar junto a Emmet y los mártires de Manchester en Irlanda y nada en el cielo o en la tierra puede cambiar esto".


El Domingo Sangriento

En un intento fallido por solucionar "la cuestión irlandesa" el Parlamento Británico aprobó en 1920 el decreto del gobierno de Irlanda por el que la isla quedaba dividida en dos regiones administrativas con autonomía limitada. 

La decisión de Gran Bretaña pretendía apaciguar a la comunidad internacional, cada vez más crítica, pero no conformó a ninguna circunscripción irlandesa. El resultado fue un mayor desorden y derramamiento de sangre. El IRA (Ejército Republicano Irlandés, por su sigla en inglés) recurrió a la violencia porque la división había creado un área de mayoría protestante pro británica en Irlanda del Norte. La situación terminó en seguida en una competencia terrorista entre el IRA y los Black and Tans (paramilitares pro británicos).

El 21 de noviembre de 1920, el ministro irlandés de Finanzas y la cabeza del IRB (Hermandad Republicana Irlandesa por su sigla en ingés), Michael Collins, ordenaron el asesinato de todos los miembros de La Patrulla de El Cairo (The Cairo Gang), dieciocho altos cargos del Servicio de Inteligencia Británica enviados para infiltrarse y subvertir a organizaciones nacionalistas irlandesas. Esa mañana temprano, los integrantes de la patrulla murieron a manos del Escuadrón de Collins (un par de ellos en sus propias casas, y en algunos casos incluso en presencia de sus familias). Dos auxiliares también fueron asesinados mientras el escuadrón les hacía escapar. Esta acción trastocó gravemente la Inteligencia Británica en Irlanda, provocando que el resto de la patrulla y algunos otros espías huyeran al castillo de Dublín, y una gran consternación en la administración británica.

Entrada del partido Tipperary Vs. Dublin del  domingo 21 de noviembre de 1920

Estaba previsto que el equipo de Dublín de fútbol gaélico jugase un partido contra el equipo de Tipperary más tarde, el mismo día, en Croke Park, el estadio de fútbol más grande de la GAA (Gaelic Athletic Association o Asociación Atlética Gaélica). Uno de los auxiliares británicos involucrado en el Domingo Sangriento recordaba que lanzaron una moneda al aire para decidir si irían a hacer la masacre en Croke Park o a saquear la calle Sackville (la calle principal de Dublín, ahora llamada Calle O'Connell).

A pesar del malestar general en Dublín por la noticia de los asesinatos, la vida seguía adelante para este pueblo cansado de la guerra. Aproximadamente 10.000 espectadores fueron a Croke Park para ver el partido. Minutos antes de que empezara el encuentro un avión sobrevoló el estadio y se vio cómo una llamarada roja salía de la cabina del piloto. Los auxiliares invadieron el terreno de juego mientras un oficial encima del muro disparó una bala de su revolver. Empezaron a disparar a la gente desde el campo, mientras otro disparaba con una ametralladora desde la entrada. El gentío empezó a correr huyendo de los disparos. Dos jugadores de fútbol, Michel Hogan y Jim Egan, fueron disparados; Hogan murió a causa de las heridas. Un joven de Wexford (Irlanda) intentó susurrar un acta de arrepentimiento al moribundo Hogan pero también fue alcanzado. En total catorce personas murieron y 65 fueron heridas.

Entre las bajas se contó a Jeanni Boyle, que había ido al partido con su prometida y se tenía que casar cinco días después; y John Scott, que tenía catorce años, y que quedó tan mutilado que inicialmente se pensó que había sido atacado con una bayoneta. Las víctimas más jóvenes tenían 10 y 11 años.

Las acciones de los auxiliares, como muchas de sus acciones y las de Black and Tans, fueron "oficialmente" no autorizadas y fueron percibidas con horror público por las autoridades británicas del castillo de Dublín. En un esfuerzo para cubrir el comportamiento de las fuerzas de la Corona, fue lanzado un boletín de prensa que afirmaba: "Varios hombres vinieron a Dublín el sábado con la excusa de ir a un partido de fútbol entre Tipperary y Dublin. Pero sus intenciones reales eran de tomar parte en una serie de actos crueles que tomaron parte en Dublin esa mañana. Sabiendo el sábado que algunos de esos pistoleros estaban presentes en Croke Park, las fuerzas de la Corona fueron enviadas a invadir el campo. La intención original era que un oficial fuera al centro del terreno y hablando desde un megáfono, invitase a los asesinos a dar un paso al frente. Pero en su acercamiento, una avanzadilla armada dio la alarma. Fueron disparadas balos para avisar a los hombres requeridos, lo que causó una estampida y escaparon en la confusión". El periódico The Times ridiculizó la versión de los eventos hecha por el castillo de Dublín, como también lo hizo una delegación del Partido Laborista Británico que visitaba Irlanda en ese momento.


Secuelas

El comportamiento de los auxiliares y de los Black and Tans durante la Guerra de la Independencia, la mayoría de las cuales fueron secretamente sancionadas y aprobadas, ayudó a enfrentar al pueblo irlandés contra la Corona británica. El rey y algunos políticos británicos expresaron sin tapujos su horror ante el comportamiento de las fuerzas de la Corona. El asesinato en masa de hombres, mujeres y niños, tanto espectadores como futbolistas, se convirtieron en titulares internacionales, dañando de esta manera la credibilidad británica.

Una combinación de la pérdida de la Patrulla de El Cairo, que destruyó la Inteligencia británica en Irlanda, y el desastre en las relaciones públicas resultante del Domingo Sangriento dañó seriamente el mandato británico en Irlanda (declarado en 1922 como último intento de extender el dominio británico sobre Irlanda a cambio de una mayor autonomía) y se incrementó el apoyo para un gobierno republicano bajo la guía de Éamon de Valera (cuando Irlanda logró finalmente su independencia en 1949). Los eventos del Domingo Sangriento han sobrevivido en la memoria colectiva. La Asociación Atlética Gaélica nombró a una de sus gradas en Croke Park la Grada de Hogan ('Hogan Stand') en memoria de Michael Hogan, uno de los futbolistas asesinados.

Años después sucederá otro ‘Domingo Sangriento’, el 30 de enero de 1972. Una tragedia que marcó el curso del conflicto norirlandés durante los 70 y los 80: el asesinato de catorce personas por disparos de los paracaidistas británicos durante una manifestación pacífica por los derechos civiles en el Bogside, el barrio católico de Derry (Londonderry para los unionistas), vino a confirmar lamentablemente el fracaso de la estrategia noviolenta de la NICRA y la justificación popular de la lucha armada que practicaba el IRA.

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