sábado, 17 de noviembre de 2012

Semana 46


La fragata del amor

La luna de miel entre la oposición amarilla funcional al Ladriprogresismo –podríamos hablar de una suerte de Ladriconservadurismo, que en vez de Nac&Pop es cheto, como su líder El Niño Cincuentón, el Isidorito Cañones de la política, que cree que algún día va a ser presidente y nunca lo será; que cual Rey Midas al Revés ha fundido cuanta empresa manejó, pero hay muchos que dicen que es “un gran empresario”, como si eso fuera el antónimo de político profesional; y hasta hay muchos que celebran sus casi seis años de no gestión en el artificio autónomo de la Ciudad de los Elefantes– ha beneficiado esta semana a una popular hinchada de fútbol, que va a poner –si junta la guita en un fideicomiso que a armado ad hoc– los 91 palos del valor fiscal del terreno donde estaba su estadio histórico, a cambio que el gobierno porteño se haga cargo de la expropiación y se coma el juicio que le va a hacer la popular cadena francesa de supermercados, que seguramente va a multiplicar varias veces ese valor fiscal. 


¿Y eso a quién horroriza, si una de las medidas más populares e indiscutidas del Gobierno Nac&Pop cuesta más de $ 1.500 M de pesos que van a las manos de Don Julio, los dirigentes de los clubes de fútbol y los capos de las barras bravas? Yo digo, ¿y si hacemos un Ministerio del Fútbol y los otros deportes que esté por encima de todos los otros ministerios menos importantes y la Jefatura de Gabinete? El otro día La Jefa dio una cadena nacional en el espacio que quedaba entre el partido de la Selección –que fue a jugar con Arabia Saudita a cambio de más de un palo de petrodólares, que Don Julio pondrá en el balance a cambio oficial, pero seguro lo cambiará a valor “blue” para quedarse con la diferencia– y un partido del campeonato local. No es la primera vez que demoran una cadena nacional o el inicio de un partido para evitar superposiciones molestas con lo que realmente importa. 

Y mientras la Fragata Freedom sigue varada en Ghana por una medida ilegal y por el nulo peso geopolítico de la Argentina –hasta el corrupto gobierno de una republiqueta africana se nos hace el malo–, agravados por la mala praxis del inepto del canciller argentino –un tipo que jamás carrera diplomática alguna, pero si el cursus honorum de la obsecuencia K– que no obtuvo ningún apoyo internacional para presionar a los africanos, demoró dos meses en enterarse que hay un Tribunal del Mar, y que habla y habla contra los fondos buitres y no hace nada. ¡Para colmo, ahora lo mandan al impresentable del vicepresidente a la Conferencia Iberoamericana a hablar sobre fondos buitres! Y bueno, en el fondo mandan a un experto: un tipo que, siendo ministro de Economía, le dijo a la AFIP que acepte la compra del paquete accionario de una empresa fundida por un fondo de inversión del paraíso fiscal de las Islas Caimán a precio vil y que les de una insólita moratoria aunque la firma ya había quebrado para que los nuevos dueños pudieran lograr jugosos contratos con un estado corrupto que no tiene problemas en hacer licitaciones directas en beneficio de empresas tan flojas de papeles. Después que saltó el escándalo de la Imprenta de los amigos del vicepresidente, que cada vez que habla se embarra más y embarra a los demás en una suicida estrategia del si me caigo me llevo unos cuantos, el Ladriprogresismo lo defendió, sin demasiada convicción, y lo frizó un rato a ver si su imagen levantaba un poco.

Pero hay otra Fragata, es la del amor. Que amarró en Puerto Madero. Allí donde casi todo el elenco Ladriprogresista tiene, el menos un piso, en alguna de las torres de lujo –valuados en sus declaraciones dibujadas en cientos de pesos, cuando valen millones de dólares–. Ya hace varias semanas que los Nac&Pop de La Jefa y los Chetos del Niño Cincuentón se están uniendo y organizando, para los negociados obviamente. 

La connivencia entre el PRO y el kirchnerismo violenta los principios elementales de la democracia, desprecia a la ciudadanía y desprestigia el ejercicio de la política. Es nuestro deber ético y político denunciar de cara a la opinión pública el pacto de dos bloques que aparentemente pretenden pasar por opositores para las cámaras y los discursos, cuando en realidad canjean negocios bajo la mesa. Entre los proyectos que se votaron se encuentran: 
1. Nueva Ley de ART. El FPV aprobó con el apoyo del PRO una nueva ley neoliberal de reparación de riesgos del trabajo que no elimina el negociado de las ART y desconoce los fallos de la Corte Suprema. 
2. Rezonificar los terrenos del Ferrocarril Sarmiento para las construcciones de torres y shoppings, contra el reclamo de los vecinos por más espacios verdes. 
3. El acuerdo incluye facilitarle al gobierno nacional el negocio inmobiliario sobre la Isla de Marchi, destruyendo la industria naval, y como contraprestación habilitarle al gobierno macrista el proyecto IRSA Solares de Santa María sobre los terrenos de la ex ciudad deportiva de la Boca 
4. Venta del Edificio del Plata para financiar el Centro Cívico en el Hospital Borda. 
5. Distrito de las Artes en la Boca rechazado por artistas, referentes y trabajadores de la cultura del barrio. 
6. La concesión de 37 hectáreas del Parque Roca para la construcción de un playón de carga y descarga por 30 años y exenciones impositivas por 10 años a empresas transportistas privadas que se benefician sin ninguna contraprestación para la Ciudad. 
7. Endeudamiento privado a las apuradas y sin precisiones por hasta 300 millones de dólares para obras en el arroyo Vega.


Para colmo el Niño Cincuentón de repente decidió hacerse cargo de los subtes –luego del bochorno que vino haciendo sin ponerse colorado durante todo el año, cuando, luego de la Tragedia de Once, se cagó en las patas y no quiso hacerse cargo de lo que firmó en el acta-acuerdo de traspaso con el Gobierno nacional, que obviamente se lo tiró por la cabeza sin darle los fondos, como hace el Estado central cada vez que hace alguna transferencia–. Es que él sabe que le van a aprobar sus nuevos amiguitos la Ley que autorice el endeudamiento de la Ciudad para poder mantener el modelo subsidiario-neoliberal que favorece a la patria contratista del estado –que está compuesta por los grupos locales concentrados, de capitales nacionales y extranjeros, principales beneficiarios del modelo de acumulación actual que los subsidia mediante exenciones fiscales, promociones industriales, préstamos a tasa negativa y acceso libre al dólar para capitalizarse, y aparte financian al Estado que al no poder endeudarse afuera, emite bonos, cuando no se quedan cortas las cajas del Anses y el BCRA para hacer manotazos al futuro–.

Aparte hasta los Ladriconservadores hasta hacen alarde del fulbito pa’ la tribuna de la posible “estatización” del servicio. Que no es otra que el blanqueo del vaciamiento y la estatización del pasivo que construyó el concesionario a pesar del carnaval de subsidios.

Mientras tanto, muchos chicos bienintencionados que creen que pueden hacer la revolución apoyando a un gobierno nacional pintando paredes contra una de las corporaciones de medios o copiando en Facebook y Twitter consignas y slogans vacíos que les dictan los políticos reciclados del peronismo que integraron los gobiernos anteriores –del Riojano más Famoso, el Incorregible Fernandito y el Cabezón de Lomas de Zamora–, los que ahora critican sin ponerse colorados –y hasta se animan a decir que combatieron desde siempre, e intentan con el aparato mediático oficialista y oficioso reconstruir un pasado combativo que parece un mal chiste–.  

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