sábado, 1 de junio de 2013

Semana 22

El fantasma de perder solos

El Ladriprogresismo acusó el golpe de la forma más torpe. Encerrado en su estrategia de negar la realidad por su relato aunque los eunucos bufen, esta semana La Jefa tuvo que admitir que por una —segunda— gestión caracterizada por la mala praxis y un discurso cesarista casi autista, el Gobierno Nac&Pop está encerrado en una encrucijada: su carta ganadora   —el “modelo”— cruje por todas partes y no alcanza el alambre y la cinta adhesiva para remendarlo; los escándalos por corrupción por primera vez conmueven a la opinión pública(da) —que reacciona sólo en épocas de vacas flacas—; la guerra contra la Cadena Nacional Ilegal del Desánimo —en un espectacular divorcio— lo llevó a una increíble y desmesurada contra uno de los poderes del Estado en pleno. Lo que más inquieta a los Ladrirpogresistas es la inverosímil y ridícula trayectoria que tomaron hacia una colisión de frente en una recta, liderando por varias vueltas a sus oponentes. La inercia los está llevando a perder solos ante una “opo” vacía de contenidos y demasiado desprestigiada la oportunidad de la perpetuación. Y es que ganar en las próximas legislativas, pero sin lograr modificar la composición de ambas cámaras del Congreso para lograr el magic number necesario para imponer la Reforma Constitucional es lo mismo.

El jueves fue un día movido en el entorno de La Jefa. Primero decidió su primer cambio en el Gabinete ministerial desde que (re)asumiera en diciembre de 2011. Como si la Tragedia de Once, la crisis energética, la crisis en la balanza de divisas y el sector externo no hubieran ocurrido; sólo una merma en las encuestas de imagen pública e intención de votos conmovió a los Cuarteles Nac&Pop. Sin reconocer errores, el cambio se produce en un área que apunta a ser clave en la próxima campaña electoral —ante los problemas que presentan otros temas—; y, por otro lado, significa un cierre de filas entre los talibanes Nac&Pop. Por otro lado, si había dos ministerios que simbolizaban la mala praxis eran el de Seguridad y el de Defensa. La ex funcionaria del gobierno de La Alianza y ex ministra de Defensa, Nilda —la de los trajecitos sastre—, jamás entendió los componentes que convirtieron a la Argentina en un país tremendamente inseguro. Siempre le dedicó la mayor parte del tiempo a la política de bajo vuelo y ya nadie tomaba en cuenta su visión conspirativa de la seguridad. Y Arturito, que en los 90 era más Riojanista que Él —si es que era posible ser más oficialista entonces—, logró el record de chocar de frente con dos crisis en un país que no tiene políticas de defensa ni presupuesto para ponerlas en marcha: le embargaron la Fragata Libertad en un puerto de África y no pudo completar la campaña antártica por serias irregularidades que ahora investiga la Justicia. ¿Qué los unía? Una sorda guerra de “carpetazos” que llegaban a los medios: el Proyecto X; la crisis de la Fragata y las otras naves varadas, y el bochorno de la Campaña Antártica. Y que había estallado en las manos de la propia Jefa en persona, cuando las desavenencias entre Nilda y Arturito provocaron una insólita rebelión salarial de gendarmes y prefectos. La paradoja es que, en vez de reemplazarlos a los dos para iniciar una etapa de cambio de políticas, La Jefa se jugó por los talibanes. Arturito pasará a comandar el ministerio de Seguridad que, en realidad, tiene como actor protagónico desde hace tiempo al siempre visible Súper Berni. Y la pobre Nilda deberá tomarse un avión a Washington para hacerse cargo de la embajada argentina en la Organización de Estados Americanos, una entidad a la que el Ladriprogresismo le asigna escasa importancia. En estos tres años nunca había designado embajador allí ya que priorizaba organismos regionales como la Unasur.

El reemplazante de Arturito en Defensa será el hasta ayer jefe del bloque de diputados oficialistas, la oveja santafecina. En este cambio sí empieza a advertirse una lógica. Oveja era la piedra en el zapato kirchnerista para un acuerdo electoral que le otorgue lugares de privilegio en las listas de candidatos a los peronistas que se fueron abriendo en los últimos tiempos del Ladriprogresismo en las tierras del (A)Narco Socialismo. Los encuestadores habituales del Gobierno vaticinan la posibilidad de derrotas en los distritos más gravitantes y Santa Fe se convirtió en el primer experimento para tratar de revertir la caída que La Jefa y sus eventuales candidatos vienen registrando en todos los sondeos de imagen e intención de voto. Por eso, en la Casa Rosada, la Presidenta evalúa otros cambios que tienen la mirada puesta muy especialmente en la estratégica provincia de Buenos Aires.

Aunque nunca ha sido partidaria de la moderación en los actos públicos, La Jefa sorprendió en Lomas de Zamora por la violencia que utilizó para armar frases dirigidas inequívocamente al Gobernador Todo Positivo Siempre Para Adelante. Pidió que no la tomen por idiota; aclaró que no es estúpida y, mirando al Gobernador, se quejó de aquellos que no la defienden ante la crítica opositora y que no dan la cara ante la sociedad en tragedias como la reciente inundación. Si bien resiste mejor el bajón en las encuestas, El Gobernador Todo Positivo comienza a pagar los costos de esa cercanía tensa con la La Jefa y de una actitud pasiva que pocos comprenden. Pero que a La Jefa exaspera hasta en lo más íntimo. No entiende cómo ese hombre tiene tanto poder de aguante y cómo ha hecho para construirse una imagen pública de teflón. El discurso muestra justamente eso, que ella perdió esa coraza que había sabido armarse desde que falleciera Él. Genialmente supo convertirse no sólo en la viudita, sino en la única heredera política del principal referente político argentino de lo que va del milenio, y la única médium y pitonisa autorizada del credo creado alrededor del hombre convertido en mito. 

Pero las cosas han ido realmente mal en este segundo periodo inaugurado, paradójicamente, con el triunfo más espectacular y rotundo de los últimos tiempos. Las denuncias contra el Amado Vice —el impresentable descuidista de la campera de cuero que se ríe porque sabe que, por el momento, es intocabe—; la Tregedia de Once —auténtico “abre aguas” del comportamiento de la opinión pública(da)—; la crisis de la balanza de divisas y del sector externo —el cepo al dólares, los controles a las importaciones, los problemas de abastecimiento para la industria, el freno a la construcción y el mercado inmobiliario—; La ridícula pelea por los medio aguinaldos de los trabajadores públicos bonaerenses; los cacerolazos masivos en los grandes centros urbanos de todo el país —que trascendieron la simple protesta tilinga del elemento gorila y cuasi-fascista y/o destituyente—; los fallos desfavorables por la deuda con los holdouts y el embargo de la Fragata escuela; la pelea con el Poder Judicial en pleno a la que quiere disfrazar como parte de la “épica lucha contra las corporaciones” —pero que esta vez no convence a casi nadie—; el escándalo por la supuesta estructura para el lavado de coimas con testaferros, empresas ficticias y licitaciones a medida; la condena del uno de los gordos de la burocracia sindical por el crimen de Mariano Ferreyra —que, a pesar, de que el Gobierno Nac&PoPle soltó la mano, no pudo despegarse como lo rebelaron las escuchas entre el condenado y el ministro Charly Drunking preparando la estrategia de defensa— . A pesar de la “re-estatización” de YPF, la movida del 7D y los problemas de gestión de los opositores —la novela de los subtes con el macriputismo que gobiernan el Engendro Autónomo; el escándalo narco-policial que desnudó el continuismo que significa el (A)Narco Socialismo santafesino; la pelea por la caja previsional con el Gallego que se mueve todo el tiempo entre el oficialismo y la oposición dentro del peronismo—; los Ladriprogresistas perdieron la centralidad la mayoría de las veces, y fueron detrás de las noticias. Pero eso fue más evidente la desconexión del relato con la realidad; los comunicagadores de los programas que imparten las consignas —como 6,7,(ro)8— tuvieron más dificultades para imponerlas; y los intelectuales orgánicos de Carta —y billetera—Abierta tuvieron que ponerse más intolerantes.

Le pidió a su testaferro Lázaro que “haga algo”, y el tipo se autoincriminó —si vieron la cara de nabo que tiene el pobre, dan ganas de abrazarlo porque hasta da ternura—. Le pidió a todo el armado de medios de comunicación oficialista —que cobra caro y no mira nadie— que “hagan algo”: y sólo le dieron más audiencia al Gordito Golpista popularizando a los financistas arrepentidos de haberse arrepentido y poniendo los partidos de Boca y River los domingos a la noche. Mención especial para los que denunciaron la chacra de la Gorda del Crucifijo —la republicana denunciadora serial—: sólo les faltó poner de titular “nosotros robamos, pero miren que ellos también”. 

Pero lo que más les quita el sueño a los Ladriprogresistas, es la trayectoria hacia una colisión de frente contra una curva que están viendo pero que la inercia los va llevando, cuando les han sacado varias vueltas a sus “opositores”. Es el fantasma de perder solos. Es que no repetir el 54% ante la esta “opo” desprestigiada y vacía de contenido que permitiría cambiar la composición de las cámaras del Congreso para realizar la ansiada reforma constitucional con la que volver más presidencialista y plebiscitario de lo que es ya el sistema de gobierno argentino y lograr, sobre todas las cosas, el santo grial de la reelección-indefinida, única forma de que un movimiento político basado en un liderazgo carismático y cesarista, incapaz de no sólo reconocer la posibilidad de alternancia democrática con otras agrupaciones políticas a las que ve como anti-nacionales y anti-populares, sino también de poder generar un sucesor institucional; porque, como ya hemos indicado más de una vez, el liderazgo carismático no se hereda ni se adquiere por los votos; se tiene y se detenta. El problema es que un líder carismático y cesarista suele ser reacio a criar otro líder de condiciones similares. La Jefa deberá mostrar esa  capacidad sino logra la reforma constitucional que la habilite; a menos que, como se puede avizorar desde una perspectiva más conspirativa en los movimientos ministeriales una tendencia hace un mayor talibanismo del Ladriporgresismo, para cerrar filar a una solución más reñida con lo institucional después de octubre si las elecciones legislativas les cierran el camino legalista a la sucesión indefinida. Es sólo una cuestión de tiempo saber qué juego preparan. Sólo cuestión de tiempo.


© carlitosber.blogspot.com.ar, Junio 1° MMXIII
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