sábado, 21 de junio de 2014

Semana 25

El fallo que puso al desnudo la capitulación más grande

La Corte Suprema estadounidense terminó actuando como órgano ideológico y coercitivo de un Imperio colonial -incluso en contra de la voluntad de la actual gestión política con sede en el 1600 de la Pennsylvania Ave.- demostrando el poder real de los monopolios financieros y especulativos trasnacionales que, a partir de este fallo, son el poder máximo del orden Mundial actual, incluso por sobre los Estados-nación. El Gobierno Nac&Pop, en palabras de La Jefa en persona, ya lo sabía antes, dejando en evidencia el discurso de fusilería y la impostura “nacional y popular” que cada vez resulta más difícil de sostener ante la evidencia de la realidad: al traspaso de “dueño” de YPF -que nunca dejó de ser privatizada- indemnizando a los vaciadores españoles; el reconocimiento de los fallos del Ciadi; el acuerdo para el pago de la deuda usuraria con el llamado Club de París; el ajuste ordenado por el FMI con devaluación, reactivación de la bicicleta financiera y “enfriamiento” del consumo; ahora se suma la excusa -amparada en la inevitabilidad del fallo en contra- para pagarle a los llamados “fondos buitres”, que compraron deuda argentina muy por debajo de su valor nominal en lo peor de la crisis del 2001-2002 -cuando todos los poseedores de papeles de nuestro país se los querían sacar de encima ante la declaración del default- y que no aceptaron las quitas -con las que habrían ganado muchísimo- de los dos planes de canje de deuda, que el Lodricorporativismo denominó con el pretencioso -y marketinero- mote de “desendeudamiento”.



Ejemplo evidente, el del asunto de la deuda externa, de cómo se puede cacarear por izquierda, para tranzar por derecha. Lo primero que hay que decir es que se le ha caído a los Ladriprogresistas su principal bandera, un tema sobre el cual decían que estaba todo absolutamente resuelto: el tema de la deuda pública era un tema, supuestamente, del pasado. Pero de repente el juez que tiene en la cara las arrugas de todos los años y el máximo tribunal del Imperio rebeló que los inconvenientes existen. Es que los Nac&Pop, fuera de su discurso progresista de cartón, jamás intentaron una estrategia seria de defensa de los intereses de los argentinos que hubiera implicado hacer una revisión y una auditoría a fondo de la deuda, cuestionar la ilegitimidad y la legalidad de la misma; pero todos estos pasos no se dieron, se siguió una lógica que venía de los gobiernos anteriores: renunciar a la soberanía argentina, emitir bonos en el extranjero bajo la legislación de la Justicia de otros países a través de bancos trasnacionales admitiendo la deuda en pleno sin ponerla en tela de juicio.

Estamos hablando de bonos de la década pasada y de los emitidos por el gobierno actual que hacen la misma prórroga de soberanía. No sólo esto, la reforma que los Ladriprogresistas proponen para el Código Civil y Comercial, por la vía del arbitraje también permite hacer exactamente lo mismo. El Gobierno mantiene esta cesión de soberanía que es una fuente de complicaciones para la Argentina.

Como también es complicado que tengamos como agente financiero a un banco de la madre patria de América del Norte y no al Banco Central. El Gobierno Nac&Pop ha sabido vendernos la defensa de los intereses de la nación mientras hacía exactamente lo contrario. El resultado de todo esto no podía ser peor. 

Este gobierno es el que más ha pagado en la historia económica reciente del país –y La Jefa en persona no se cansa de alardear de ello en cadena nacional legal de la alegría–: ha pagado más de US$ 33.000 M contantes y sonantes. A pesar de ello, seguimos teniendo un volumen de deuda cuantioso; estamos cerca de los US$ 200.000 M de deuda pública, que en relación al PBI es exactamente el mismo porcentaje que en 1997: el 40% –lo que significa que desde 2005, cuando se cerró el primer canje de deuda y el pago al contado al FMI, el peso de la deuda respecto del PBI aumentó 12 puntos–. Y pese a eso andamos clandestinos por el mundo porque no sólo los enjuicia un juez yanqui, sino que una republiqueta africana nos embarga la Freedom por el mismo tipo de situación. Por lo tanto, el tan ensalzado “desendeudamiento” es un fracaso en todas sus líneas. 

El fallo de la instancia superior de la Justicia del Imperio es anacrónico y no tiene que ver con la realidad: en un mundo que está discutiendo cómo se reestructuran deudas hacer un fallo en contra de un país que está restructurando la suya es un despropósito. Lo que la Justicia norteamericana busca es que la Argentina asuma que los capitales monopólicos financiero-especulativos tinen superioridad por sobre los Estados. 

El fracaso es más grande y escandaloso cuando tomamos en cuenta que la deuda de la que hablamos es en gran parte ilegal, fraudulenta e ilegítima, con miles de vicios que deberíamos haber discutido, y que por la supuesta presión insoportable del Imperio y sus laderos cipayos, como nos quieren vender los Ladriprogresistas, vamos a tener que afrontar un compromiso importante, con un agregado: vamos ya para el tercer año donde la Argentina no tiene fondos propios para pagar la deuda; con lo cual entramos, nuevamente, en el ciclo del endeudamiento. Es decir, 2011, 2012, 2013 hay déficit estructural. En los últimos tiempos el gobierno Nac&Pop le manoteó al Anses y le pidió al Central, por lo cual estamos desfondando otras instituciones y carteras del Estado. Claramente esta improvisación constante tiene su correlato: el nivel de los precios y las prestaciones previsionales actuales y futuras.

El mismo gobierno que cacarea por izquierda y arregla por derecha es un gobierno absolutamente increíble y por lo tanto esto da lugar a la situación judicial que impulsan los fondos buitres que acosan al país. Un país en serio que asume seriamente el tema del endeudamiento se debió haber puesto la deuda en estudio en su momento y no se debería haber permitido la emisión de bonos que violan el artículo 116 de la Constitución Nacional. La experiencia neoliberal de los 90 hizo que se aceptaran per se algunas normativas que van más allá de nuestra soberanía y que son una deuda de otro tipo igualmente pesada que significa reconocer la jurisdicción del Ciadi que va juntando demandas contra el Estado argentino como una espada de Damocles sobre la cabeza de todos los argentinos. 

Los impresentables de la “opo” que festejan las presiones del Imperio y que sostienen que se debe pagar el total de la deuda por la cuestión de la “atracción de capitales” miran para otro lado cuando se les recuerda que la Argentina es un ejemplo brutal de extranjerización de capitales de connacionales: en 2001 el total de activos en el exterior de residentes locales ascendía a más de US$ 100.000 M, diez años después subió a más de US$ 190.000 M –es más, a junio de este año, ya pasaban los US$ 195.000 M–. O sea, ¡casi US$ 100.000 M en doce años! Argentina es un país que dispone de capitales suficientes como para promover su desarrollo, por lo que el tema del endeudamiento extranjero –y sus convenientes o no tasas, según la circunstancia, es sólo un complemento–. La cuestión central es la capacidad y la voluntad para orientar ese excedente en estrategias de desarrollo productivo.  Ese es el tema de fondo, y la verdad y no cacarear por izquierda para arreglar por derecha.

Es que los Nac&Pop siguieron la lógica de todos los gobiernos desde la vuelta a la democracia, pero diciendo barbaridades, y si uno dice barbaridades  y no tiene una estrategia seria el resultado es quedar en manos de la justicia -y los intereses- de otro país. Lo único que está puesto sobre la mesa es un señalamiento que le está haciendo la Justicia norteamericana al gobierno -que, obviamente, no es independiente de la administración norteamericana- que es muy simple: aceptar la deuda con los fondos buitres y la deuda con el club de París, que el propio Gobierno Nac&Pop se comprometió públicamente no pagar más de una vez y al final terminó negociando -deuda más ilegal que esa imposible. La mitad se tomó durante la dictadura-. 

La deuda que reconoció el Ladricorporativismo en los sucesivos canjes es el resultado de un largo proceso usurario, donde se han pagado intereses sobre intereses. A esta hipoteca se agregaría ahora la de los llamados “fondos buitre”, según marcha la ‘negociación’ anunciada por el ministro de Economía, el Profe Militante Juvenil de Ojos Claros. Por lo pronto, la pretensión de trasladar a Buenos Aires el pago de los bonos ‘reestructurados’, para evitar la extorsión de los buitres, fue volteada por el juez de las arrugas en la primera reunión con los negociadores argentinos. Esa tentativa tardía e improvisada de cambio de jurisdicción -después de haber aceptado la cláusula colonial de someter los arreglos de la deuda a tribunales internacionales- murió antes de nacer. En cambio, los buitres sí apretarán a Argentina con la obligación de extender a los otros bonistas cualquier arreglo que supere las condiciones arrancadas en los canjes de 2005 y 2010, que estarán vigentes hasta fines de este año. En esas condiciones, la “negociación con dignidad” de Cristina-Kicillof será una copia de lo sucedido con Repsol y con el Club de París -o sea, el reconocimiento integral de la deuda exigida por los acreedores y una nueva emisión de bonos con rendimientos abusivos. Ello, sin que Argentina quede eximida de una nueva oleada de litigios; esta vez, de los bonistas que habían entrado al canje. Los que reclaman una rápida negociación y arreglo con los buitres, con la pretensión de cerrar el conflicto, no quieren ver que el camino de ese arreglo –e incluso su desenlace- estará minado de turbulencias y nuevas crisis.

La decisión de la Corte Imperial sanciona otra bancarrota política: la del gabinete nacional, que justificó los arreglos ruinosos con Repsol y el Club de París con el argumento de que ganarían la ‘comprensión’ de la Corte y el Departamento de Estado norteamericanos en la causa de los buitres. Esta política fue acompañada férreamente por la oposición, que viajó a Estados Unidos para refrendar la política oficial. Ahora, estos mismos opositores, junto con la totalidad de las cámaras patronales, exigen un arreglo rápido con los fondos buitres. Sergio El Demagogo Mediático, Mini Goberna de Tigre y Lider Opositor favorito de La Corpo y los Ladricorporativistas arrepentidos, ha reclamado una bicameral, no para investigar la deuda ilegítima, sino para “monitorear” a los Ladricorporativistas en la negociación con el juez y asegurar la capitulación ante los buitres. Los radichetas se pusieron “a disposición” de lo que necesite el gobierno en el Congreso. Todos ellos, a coro, advierten contra ‘el peligro de un default’ y la necesidad de “preservar el acceso al crédito internacional”. Saben muy bien, sin embargo, que los arreglos con Repsol, el Club de París y los buitres llevarán la deuda externa argentina a los 300.000 millones de dólares. Con semejante hipoteca nacional, los nuevos préstamos sólo podrían llegar en condiciones usurarias, algo que ya ocurre con las emisiones de las provincias.

Para abrirle camino al nuevo endeudamiento, los mismos que advierten contra un defol con el capital financiero reclaman a la vez un default en regla contra trabajadores, jubilados y contribuyentes: a ello conduciría una megadevaluación de la moneda, pulverizando el valor de la deuda pública en pesos con los fondos jubilatorios y el Banco Central. Los agentes políticos de los bonistas exigen también un tarifazo para que los recursos del fisco se apliquen de lleno al pago de la deuda. Pero a la luz de los vencimientos de deuda de los próximos años, incluso esa confiscación social resultará inútil para evitar una nueva cesación de pagos.

En oposición a la unidad nacional ProKaz de los Ladriprogresistas,  los seguidores amarillos del Niño Mauricio, los radichetas y sus socios soja-socialistas o el Demagogo Mediático Sergio para llevarnos a ese rumbo de bancarrota, planteamos la investigación integral del conjunto de la deuda, el repudio general de todos los compromisos usuarios y un impuesto extraordinario al capital financiero para recapitalizar al Banco Central y a la Anses del saqueo cometido en estos años. En momentos en que la deuda internacional supera los 1.000 billones de dólares y está conduciendo a los explotados de distintos países del planeta a una verdadera catástrofe social, es necesario convocar una movilización internacional por el repudio de la deuda usuraria.




© carlitosber.blogspot.com.ar, Junio 21 MMXIV
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