sábado, 2 de agosto de 2014

Semana 31

El Kicifault! 

Esta vez no es toda la culpa del Gobierno. La mayor cuota de responsabilidad es del turro del juez de los los fondos buitres. Nobleza obliga. La moraleja: No se puede confiar en un juzgado extranjero... Un par de fallos favorables y los Ladricorporativistas se engolosinaron. Aparte después boconearon. Que no les vamos a pagar y bla bla bla... Que tenemos tasas chinas de crecimiento, guita de sobra, no hay inflación ni problema de divisas... Vaca muerta, nuevas exploraciones petroleras y mineras que prometen... Ya que decimos que nos da el cuero, ahora el Imperio -hablo del verdadero Imperio: el capital financiero trasnacional especulativo y usurero- nos apreta el yugo otra vez. Los Nac&Pop nos quieren vender otra derrota como una guerra épica. Otra escenografía de cartón.



El Ladriprogresismo ha buscado intensamente llegar a un acuerdo con los buitres, o en su defecto producir un Kicifault! transitorio hasta diciembre: no es otra cosa que la treta para pagar a los del mismo modo que lo ha hecho con Repsol, el Club de París y los buitres del Ciadi.

En esta línea antinacional, el Gobierno (¿) Nac&Pop (?) ha puesto prioridad en derrotar al movimiento obrero que lucha y en rechazar reivindicaciones como la vinculada con el impuesto al salario. El jefe de Gabinete, Koki, el chaqueño que sueña con ser presidente, por ejemplo, les advirtió a los capos de la burocracia sindical oficialista que una modificación del impuesto al salario está condicionada al arreglo con los buitres. La cosa puede durar hasta enero próximo. Hay que cuidar el “equilibrio fiscal”, dice el oficialismo, mientras negocia el pago de deudas e intereses usurarios con la carroña internacional. El argumento se usa hasta para proteger al impresentable Amado Vice, denunciado también por corrupción en el canje de deuda de 2010. Los capitalistas, por su lado, alegan el Kicifault! para producir mayores despidos y suspensiones. De hecho es lo que ya está ocurriendo a un ritmo creciente. Las 350.000 cuentas sueldo que se cerraron en los últimos meses son sólo una parte.

Es el viejo recurso del tero. Por un lado, La Jefa y su ministro de Economía, Axel, el Joven Militante Académico, gritan contra los fondos buitre y contra el juez de los buitres para la tribuna, mientras gestionan bajo cuerda el pago puntual de la deuda usuraria. Por el otro, esgrimen la crisis con ellos para reclamar el cese de cualquier lucha obrera o popular en nombre de una supuesta unidad nacional. Las burocracias sindicales han tomado al vuelo esta demagogia reaccionaria para enviar patotas sindicales contra las bases en huelga y hacer la vista gorda a las suspensiones y despidos.

La burguesía financiera argentina intentó entrar en el negociado de la deuda usuraria ofreciendo un "préstamo patriótico" que podía dejarles una ganancia de entre 400 y 300 millones de dólares en cuatro meses. Por suerte el Gobierno Nac&Pop ve en este Kicifault! la posibilidad de rescatar la "épica de la resistencia" que prepare no tanto el clima del fin de ciKlo y la inevitable derrota electoral del 2015, sino a lo que vendrá después: tener un poder inestabilizador para poder condicionar al próximo gobierno.

Ya en el discurso que dio el Militante Juvenil Acedémico en el consulado argentino de Nueva York hizo caer cualquier posible acuerdo. Las duras críticas al juez y a los buitres, confirmaron la sonrisa con la que el ministro encaró la negociación desde que llegó a la capital financiera mundial: iba a hacer imposible cualquier trato en una sobreactuación patriotera para que quede anotada en los manuales de historia. 

Aparte, en su juego del tero, los Ladricorporativistas prefieren darle ese negociado a entidades tan Nac&Pop como Citibank, JP Morgan y el HSBC. No habría objeción sobre los montos a pagar (US$ 1.400 millones). Donde sí habría tironeos es en la cantidad de cuotas ya que los buitre quieren US$ 700 millones antes de fin de año. El acuerdo apuntaría a pagar ahora US$ 250 millones y el resto en cuotas, siempre con títulos argentinos en dólares.

La deuda pública ha superado los 250.000 millones de dólares y crece a razón de 15.000 millones de dólares cada año. Esta deuda no se está pagando sino mediante la emisión de nuevos bonos -no solamente al Banco Central, Nación o Anses-, sino también a Repsol, Club de París y privatizadas litigantes. La disponibilidad neta de reservas internacionales de Argentina no supera los 15.000 millones de dólares -y en baja. Equivale a los vencimientos de deuda del país hasta diciembre de 2015. Luego está la deuda interna que ocasiona el déficit fiscal al Tesoro y la deuda cuasi-fiscal del Banco Central con los bancos locales 200.000 millones de pesos. 

Esta situación explica que la deuda externa cotice, en muchos casos, a cerca de la mitad de su valor de emisión. En la prensa se puede leer que muchos fondos especulativos están comprando estos bonos desvalorizados con la expectativa de cobrar el monto total en caso de declaración de default, porque este hecho desataría la llamada ‘aceleración’, que consiste en el reclamo del pago inmediato de toda la deuda a su valor nominal. Otros fondos han comprado seguros contra un default de Argentina, para cobrarlos ante los bancos aseguradores apenas se declare el default. 

En definitiva, todo esto conduciría a una nueva reestructuración del conjunto de la deuda Argentina, que tendría un precio enorme en materia de intereses, a cambio de un alargamiento de los plazos de pagos. O sea que mientras todo el mundo despotrica contra el default, eso es precisamente lo que están buscando. La ‘comunidad internacional’, los ‘mercados’ y el ‘mundo’ -las grandes categorías de los charlatanes mediáticos- se encuentran empeñados en una lucha de buitres para despedazar al país y arruinar a los trabajadores.

Un acuerdo con los buitres aumentaría en forma extraordinaria la deuda externa; un fracaso desataría las ‘aceleraciones’ y los pagos de seguros. En un caso como otro, el impacto inmediato sería la devaluación de la moneda, para eliminar el ‘cepo cambiario’ y restablecer el libre tránsito de capitales. 

El Gobierno Nac&Pop se conforma, por ahora, con un impasse. Le conviene electoralmente ante la imposibilidad de poder dar "buenas noticias" en lo que queda del mandato de La Jefa: los "zurdos de cartulina" que apoyan desde la militancia juvenil venían padeciendo el viraje a la derecha -pago a Repsol, tarifazos, pago al Club de París, represión a los trabajadores, tope a las negociaciones salariales, etc-. En fin, los pobres estaban "para la chacota" sin chicanas a mano para ganar una discusión. Con la impostura patriotera alrededor de la "resistencia" contra los buitres, el juez y el mediador complotados contra el país y hasta el Imperio que viene por el agua y Vaca Muerta, los militantes recuperan la vieja épica ladriprogresista, inflan el pecho y miran a los demás como la única reserva moral y nacional, ante una "opo" conformada por cipayos, vendepatrias y mercenarios del imperialismo trasnacional. 

Luego de medio siglo de asfixia provocada por la deuda externa, es claro que la única salida positiva para las masas y para un desarrollo de las fuerzas productivas correspondiente es el repudio de la deuda usuraria -que ya está totalmente pagada varias veces, dicho sea de paso-. Este repudio pondría fin a la confiscación del ahorro nacional -ganancias, intereses, rentas financieras y territoriales-, que sale del país y retorna, en forma parcial y selectiva, bajo la forma de deuda pública y privada, y a la servidumbre nacional al capital financiero trasnacional especulativo y usurero.




© carlitosber.blogspot.com.ar, Agosto 2 MMXIV
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